El nuevo Samsung Galaxy S7 se apoya sobre tres pilares muy interesantes que demuestran que Samsung ha ido a lo seguro en esta generación: cámara de fotos mejorada en los aspectos que realmente marcan diferencias, resistencia al agua y el regreso de la ranura para tarjetas microSD. Y todo ello manteniendo el cambio de diseño con cuerpo de metal y cristal que ya nos convenció en la generación anterior y su gran pantalla SuperAMOLED.
DISEÑO DE CRISTAL CON RESISTENCIA AL AGUA.
El nuevo Samsung Galaxy S7 es resistente al agua y el polvo. Y lo hace “sin compromisos”, en referencia a que no hay compartimentos que se deban abrir y temer por que se queden mal cerrados o se estropeen con el paso del tiempo o el uso. El fabricante ha incluido goma de sellado tanto en el puerto de auriculares como en el de carga. Además, en el micrófono y el altavoz se emplea la membrana Goretex.
NADA DE MÁS MEGAPÍXELES EN SU CÁMARA.
Samsung ha detenido definitivamente la carrera por tener más resolución en la cámara de sus smartphones y aplica el sentido común en la del Galaxy S7. La nueva cámara se queda en los 12 megapixeles de resolución y refuerza otros apartados de la fotografía móvil como la luminosidad, el enfoque o la aplicación de cámara.
El sistema híbrido se ve mejorado con un nuevo sistema de detección de fase que coloca dos fotodiodos por pixel, consiguiendo que todos ellos participen en la detección y aceleren el enfoque