En el año 1995, Nintendo lanzó un novedoso sistema de juego con el llamado Virtual streapBoy con un procesador de 32 bits. En plena madurez de la Super Nintendo y la inminente aparición de las consolas de 32 bits como PlayStation y Sega Saturn, la compañía nipona lanzó al mercado japonés y en EEUU, esta consola que nunca llegaría a Europa a causa del escaso éxito. Fue una novedosa máquina semiportátil parecida a los cascos de realidad virtual de los salones recreativos en ese entonces, gracias a una base doble, se situaba encima de una mesa y el jugador tenía que aproximarse a los visores para apreciar un efecto tridimensional gracias a que cada una de sus dos pantallas mostraba un desfase ligero así creando un efecto tridimensional bastante bien logrado, tuvo muy pocos títulos en su librería aunque gozaban de buena calidad. La Virtual Boy no era precisamente económica. La altura del visor no era regulable, lo que producía dolores de espalda frecuentemente, además el manual recomendaba hacer pausas cada cierto tiempo para evitar daños en la vista y dolores de cabeza, lo que asustaba un poco a los posibles compradores.
Esta consola se puso a la venta en 1995 a unos 180 dólares pero al año siguiente Nintendo la retiró del mercado debido a su poco éxito, de forma que nunca llegó a aparecer por Europa. Este escaso éxito también fue debido a los pocos juegos que aparecieron para ella (tan solo 22) y a que se sacó a la venta apresuradamente, empujada por la próxima aparición, la de la Nintendo 64, lo que hizo que las expectativas que muchos habían puesto en ella no se vieran cumplidas.
La Virtual Boy funciona con un procesador NEC V810 a 20 MHz y dispone de 1 MB de RAM. Se alimenta a través de 6 pilas de tipo AA y tiene un peso de 760 gramos.